Tus pensamientos están completamente en tu poder. Puedes girarlos en la dirección que quieras. A veces tus pensamientos pueden correr salvajes y volar a zonas de las que deberías mantenerte alejado. Sin embargo, está en tu poder tomar tus pensamientos de la mano, incluso contra su voluntad, y dirigirlos hacia el verdadero camino.
El pensamiento es como un caballo que galopa fuera del camino e intenta ir en la dirección equivocada. El jinete controla al caballo con la brida, obligándolo a ir en la dirección correcta. Tan pronto como veas tus pensamientos tirando en la dirección equivocada, tómalos de la mano y tráelos de vuelta en la dirección correcta.
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Daniel Alcalá
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